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Hablar de esterilización de perros es referirse a una operación de rutina en la que se retiran los órganos reproductores de tu mascota. En los machos, se realiza la extirpación de los testículos, mientras que, en las hembras, además de los ovarios, se puede extraer también el útero.
En machos, este proceso recibe también el nombre de castración. Suele ser una operación sin complicaciones, aunque podría resultar más invasiva si los testículos del perro no han bajado. Si esto no ha ocurrido entre los 6 y los 12 meses de edad, la esterilización se puede practicar mediante una cirugía abdominal, similar al procedimiento utilizado para las hembras.
La esterilización de las hembras es más invasiva que la de los machos y se realiza a través de una incisión longitudinal en su abdomen. Este procedimiento puede evitar problemas de salud a tu perro y muchos dolores de cabeza para ti.
Si estás pensando en esterilizar a tu perro, habla con tu veterinario para que responda todas tus dudas.
La esterilización de tu perro es rutinaria y se hace con anestesia general. Puedes pedir que operen a tu perra mediante cirugía laparoscópica. Es menos invasiva y consiste únicamente en la extracción de los ovarios, lo que reduce el dolor y el tiempo de recuperación tras la intervención.
Después de operarle, el veterinario le inyectará a tu perro analgésico para el dolor y en casa le darás también antiinflamatorios.
Como la operación suele ser menos compleja en los machos, sólo necesitan medicinas para un día después de la cirugía. Las hembras sí las requieren para aproximadamente tres días posteriores a la esterilización, para lograr una rápida recuperación con el menor dolor posible.
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Existen múltiples ventajas para tu mascota, aunque pueden variar según el género. Entre los beneficios está disminuir el riesgo de enfermedad y también mejorar el comportamiento.
Tu mascota debería alcanzar su madurez sexual alrededor de los 6 o 7 meses de edad, pero puede variar según su raza. Para evitar gestaciones imprevistas, lo mejor es que la esterilices previo a ese momento.
Algunos veterinarios prefieren esperar a que los perros pasen su primer celo antes de esterilizarlos. Esto puede resultar complicado porque sólo los pueden intervenir tres (3) meses después de que ese periodo reproductivo haya finalizado y durante ese tiempo deben vigilarlos.
Los beneficios de la esterilización canina para la salud se reducen a medida que aumenta la edad del perro, por lo que se recomienda proceder con ella lo antes posible.
Agenda una cita con el veterinario, quien te pedirá que no lo alimentes la noche anterior a la cirugía. Puede consumir agua con normalidad, pero retírala la mañana de su operación, para evitar que beba antes de la intervención.
Normalmente, tendrás que dejar a tu perro en la consulta del veterinario por la mañana y recogerlo más tarde.
Si quieres esterilizar a tu perro y no puedes permitirte ese gasto, deberías aprovechar las campañas que se realizan ocasionalmente, o bien, asesorarte con sociedades protectoras de animales y clínicas veterinarias que ofrecen diversas opciones para llevar a cabo la operación a tu mascota.
Tu perro estará algo somnoliento después de la operación, pero recuperará su energía y vitalidad pronto. Como la cirugía varía según el género, el proceso de recuperación será diferente también. Hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a tu amigo a curarse lo antes posible.
A veces, se asocia la esterilización con un aumento de peso, pero la operación no es directamente responsable de esto. Sin embargo, el cambio hormonal resultante tras la intervención puede derivar en pérdida de interés por deambular y buscar pareja. Al moverse menos, posiblemente tu perro gane algunos kilos.
Ayúdalo a mantenerse en forma con ejercicio regular y reduciendo su consumo de calorías con porciones más pequeñas.
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No esterilizar a un perro tiene varios inconvenientes, que pueden variar según su género. Analiza bien estos escenarios antes de decidir no hacerlo.
Con frecuencia, las perras no muestran signos físicos hasta que su embarazo ya está avanzado.
Si crees que tu perra está embarazada, llévala a consulta con el veterinario para confirmarlo o descartarlo. Aún puede ser posible esterilizarla en medio del embarazo, lo que pondrá término a la gestación actual e impedirá que se produzcan otras en el futuro. El profesional te ayudará a tomar una decisión sobre la esterilización de tu mascota durante esta etapa.
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La esterilización es una decisión que sólo tú puedes tomar, en función de lo que sea mejor para ti y para tu mascota. Si te surgen más preguntas sobre este tema, habla con tu veterinario.
Recuerda que siempre debes estar en contacto con tu veterinario de confianza, pues este profesional es quien cuenta con el conocimiento y experiencia necesarios para verificar que todo lo que tiene que ver con tu compañero peludo va a ser en su beneficio. Con PURINA® dale lo mejor a tu amigo de cuatro patas, porque tu mascota, nuestra pasión.
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