Promueve la saciedad....
Cómo educar a un perro para ir al baño
La educación de tu perro es muy importante para mantener una buena relación y convivencia
Enseñarle a tu cachorro a hacer sus necesidades en el lugar correcto implica mucha dedicación, observación, constancia y paciencia.
Si aún no puede salir a la calle porque le falta alguna de las vacunas necesarias. Te recomendamos que sigas los siguientes consejos de cómo educar a un cachorro para que haga sus necesidades:
Es muy importante que puedas detectar los momentos en los que tiene ganas de hacer sus necesidades. Habitualmente, esto ocurre al despertarse por las mañanas, después de comer o beber, y tras haber jugado. Su instinto natural lo lleva a querer hacerlas lejos del lugar donde come o duerme.
En los momentos mencionados, o cuando observes que olisquea el suelo y se mueve en círculo, colócalo sobre un periódico o alfombrilla especial para perros en el lugar dónde quieras que orine o defeque. Indícale lo que quieres que haga mediante una orden simple del tipo “pis”. Ten paciencia y espera. Una vez haya finalizado, prémialo.
Es muy importante no tratarlo de forma brusca ni llevarlo corriendo y gritando al lugar adecuado, usa siempre un tono de voz suave y amable.
Repite la misma rutina durante unos 15 días, que es el tiempo estimado para que un cachorro lo aprenda. Debes tener en cuenta que el control sobre sus necesidades no es total hasta los 3 o 4 meses de edad.
Cuando hayas conseguido que tu haga casi la totalidad de sus necesidades fuera de casa, retira el periódico o alfombrilla.
Para asegurarte de que vaya a hacer siempre sus necesidades fuera de la casa, no te olvides de mantener su rutina de paseos, coincidiendo con los momentos que ya has identificado. Deja que tu perrito se tome su tiempo para orinar y defecar. Recoge los excrementos con una bolsa y prémialo, o acaricialo después de haber realizado ambas tareas. Es conveniente que no regreses a casa justo después de que haya hecho sus necesidades. Paséalo unos minutos más y déjalo que siga interactuando con su entorno.
Pese a lo que puedas haber oído, es muy importante que nunca riñas a tu cachorro si en alguna ocasión hace sus necesidades en casa mientras tú no estás. Castigarlo golpeándolo con un periódico o restregando su hocico sobre las heces u orín, sólo conseguirá traumatizar al cachorro y fomentar su miedo.
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